
09 Ene ¿Qué deudas no se pueden perdonar a través de la Ley de Segunda Oportunidad?
En el proceso de acogimiento a la Ley de Segunda Oportunidad, te darás cuenta de muchas cosas. Primero, que necesitas cumplir con una serie de requisitos, más allá de ser un deudor. Luego, te encontrarás con la situación de que tus deudas pueden ser renegociadas hasta un punto en el que tu presupuesto se acomode a las exigencias de tus acreedores. En este artículo, te mostramos las deudas obligatorias, aun bajo la Ley de Segunda Oportunidad.
Usar este recurso legal para escapar de tus deudas es un proceso complicado. Una de las etapas de todo el proceso es el acuerdo extrajudicial, en donde se arroja un plan de pagos creado por tus acreedores y tú. Te darás cuenta de que, por esta razón, tus deudas no han sido eliminadas, sino más bien renegociadas.
Sin embargo, se puede lograr el perdón de la totalidad de las deudas, siempre y cuando cuentes con el servicio de asesoría correcto. Un profesional en Ley de Segunda Oportunidad es aquel que evita el acuerdo extrajudicial y logra que, al finalizar el debate legal, no tengas que preocuparte más por deudas. O por lo menos, la mayoría de ellas.
¿La Ley de Segunda Oportunidad es invencible?
La respuesta es que no. La Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal para empezar de nuevo. Todas tus deudas son sustraídas, pero a la vez te son quitadas todas tus pertenencias, como forma de pago incompleto. Esta ley logra el perdón de la gran mayoría de deudas, pero no logra ser invencible. Existen deudas que no son exonerables a través de esta vía. Se trata de las deudas obligatorias de la Ley de Segunda Oportunidad.
¿Qué deudas se perdonan a través de la Ley de Segunda Oportunidad?
Todos nos endeudamos. Es imposible vivir una vida sin deudas. De hecho, muchos inversores aseguran que no estar endeudado de forma sana es sinónimo de estar estancado, económicamente hablando. Esto no quiere decir que la deuda sea buena, sino que el endeudamiento con enfoque en el emprendimiento y la negociación es la mejor forma de caer en deudas.
Existen las deudas obligatorias de la Ley de Segunda Oportunidad. Pero antes de hablar de esto, te mencionaremos las que sí son exonerables. Se trata de las deudas hipotecarias, los créditos, préstamos personales, las provenientes de avales por actividad económica y, por supuesto, las deudas con organismos públicos.
La mayoría de estas deudas pueden ser perdonadas. De hecho, todas las deudas con organismos privados pueden ser perdonadas a través de la Ley de Segunda Oportunidad, accediendo al acuerdo extrajudicial. Entonces, ¿Cuál es la deuda que no se puede perdonar?
Deudas que no son exonerables a través de la Ley de Segunda Oportunidad
Si ya lo has adivinado, se trata de las deudas con organismos públicos. Hacienda y Seguridad Social seguirán siendo tus acreedores, porque tienes deudas obligatorias en Ley de Segunda Oportunidad con ellos. Entonces, podemos afirmar que, al finalizar el proceso de exoneración, serás un hombre libre de deudas, pero conservarás el dinero que debes a Hacienda o Seguridad Social.
Así que, ¿Vale la pena acceder a este proceso? Las deudas obligatorias de la Ley de Segunda Oportunidad seguirán siempre ahí, pero te aseguramos que jamás le deberás a Hacienda más de lo que le debes a tu proveedor de créditos.
Por supuesto que vale la pena, porque tendrás la seguridad de una vida nueva, siempre y cuando cumplas con los requisitos y estés dispuesto a mejorar tu situación económica y administración de recursos.
Entonces, ¿Cuál es la solución?
De esta forma, si las deudas obligatorias de la Ley de Segunda Oportunidad son todas las relacionadas con organismos públicos, ¿Qué puedes hacer? Lo cierto es que hay algo más que decir al respecto. Una última edición de la Ley permite exonerar hasta 10.000 € en deudas con Hacienda, y lo mismo sucede con la Seguridad Social.
Al final, es decisión tuya si sacrificar tu patrimonio y cancelar todas tus deudas, o conservarlo y acceder al plan de pagos diseñado por los acreedores y aprobado por el Juez. Ciertamente, cualquier opción es buena, siempre y cuando te haga sentir cómodo.
La Ley de Segunda Oportunidad también tacha tu nombre de los ficheros de morosidad. Se reinicia tu reputación crediticia y, por supuesto, tienes un nuevo inicio, cómodo, en el que ahora eres el dueño de tu vida. Vale la pena tomar este camino y optar por tu paz mental, antes que seguir pagando otro euro de deuda durante toda tu vida.