Cómo la Ley de Segunda Oportunidad puede ayudarte en 2021

Ley Segunda Oportunidad 2021

Cómo la Ley de Segunda Oportunidad puede ayudarte en 2021

Hemos terminado un año terrible para la salud y la economía, y lo hicimos con la esperanza de comenzar un 2021 mejor. Ilusionados quizá pensando en la vacuna contra el coronavirus, el fin de la pandemia y por supuesto en la reactivación de la economía.

Pero ya pasan bastantes días desde el comienzo del año y las cosas no se ven muy claras. De hecho seguramente, a la debacle económica del nefasto año pasado, ahora en los hogares españoles tengamos que sumar ciertos excesos navideños, mucho más comedidos que otras veces, pero que nos han dejado cierta huella en el bolsillo.

Pidamos al año nuevo una segunda oportunidad

Debido a las circunstancias acaecidas en nuestro país, la Ley de Segunda Oportunidad se erige como uno de los escudos protectores, a los que podrán y deberán acogerse las personas físicas que ante la situación de crisis que se avecina, vean peligrar sus modelos de negocio debido a la falta de liquidez, hasta el punto de hacerlos insostenibles.

Hemos hablado en más ocasiones sobre la Ley de Segunda Oportunidad, y ello no es algo baladí ni es porque nos guste ser repetitivos, sino porque somos especialistas en su aplicación, y lo somos porque enseguida vimos que es un mecanismo imprescindible, el mejor con el que contamos en la actualidad, para resolver los problemas de solvencia de nuestros clientes.

La Ley de Segunda Oportunidad, ofrece tanto a particulares como a autónomos la posibilidad de sobrellevar y recuperarse de una mala situación económica, pero sin descuidar los derechos de cobro de sus acreedores. El objetivo es recomponer o perdonar de manera parcial la deuda, siempre que el deudor se vea incapaz de hacer frente a sus deudas.

Esta norma gira en torno al principio de la buena fe, lo que impide acogerse a ella a quienes por su negligencia o intencionadamente, provocaron su insolvencia. Por eso, la crisis sanitaria actual provocada por el COVID 19, daría cobijo a través de la Ley de Segunda Oportunidad, a prácticamente el total de los afectados en el plano económico por la pandemia.

Y ello porque se trata de un acontecimiento de inimaginable, con una magnitud inesperada e imprevisible, pero sobre todo inevitable para los afectados. El recurso jurídico de la Ley inicia con el acuerdo extrajudicial de pagos, cuyo fin es lograr un convenio con los acreedores y en defecto de este, judicializar el proceso y tratar de obtener así la exoneración del pasivo insatisfecho.

Este mecanismo, explicado así a vuelapluma, y abundando algo más en los párrafos siguientes, necesita siempre de un especialista que guíe los pasos de los afectados, un equipo de juristas, economistas y contables que nos lleven de la mano para tomar uno u otro camino en función de las características particulares del cliente, y de su situación económica y patrimonial.

Los dos beneficios principales son la exoneración de deudas, que es la posibilidad de librarte de determinadas deudas (créditos ordinarios y subordinados, y también hipotecarios) siempre que no están protegidas por la ley y las que no se hayan podido pagar.

El precio: tendrás que desprenderte de todo tu patrimonio, y por eso, es un mecanismo de reinicio, de vuelta a empezar, de estar en la casilla de salida y sin peso sobre tus hombros. En caso de desahucio, se te condonará la diferencia entre el precio de la vivienda y el capital total por amortizar por lo que si el banco te deja sin casa, ya no tendrías que seguir pagándola.

El segundo beneficio es mediante el acuerdo extrajudicial de pagos, que pretende conseguir una reestructuración de la deuda que haga visible su pago (de manera total o parcial) en un plazo de cinco años como máximo. Este acuerdo permite introducir quitas y esperas en las deudas.

Tengamos en cuenta que no es posible beneficiarse de este recurso dos veces en los últimos diez años y tampoco si se ha rechazado una oferta de empleo adecuada en los últimos cuatro años. Tampoco se puede falsificar ni ocultar la documentación que se tenga que tener en cuenta a lo largo del proceso; es decir, hay que obrar de buena fe.

No puedes, también como requisito indispensable, haber incurrido en delitos de contenido económico y/o social. Estos delitos están regulados a partir de los artículos 234 del Código Penal e incluyen delitos socioeconómicos y contra el patrimonio, delitos contra los derechos de los trabajadores y falsedad documental.

Tampoco puedes ser objeto de un concurso declarado culpable; ni podrás acogerte a sus beneficios si has contribuido a la generación o a agravación de tu estado de insolvencia mediando dolo o culpa grave.

No queremos ahondar más en tediosos términos jurídicos y económicos, sino que la intención de este artículo es simple: se puede salir de la situación económica negativa en este 2021 porque existen los mecanismos necesarios, pero ineludiblemente para tener éxito, necesitarás el auxilio de profesionales que analicen tu situación y te coloquen en el tablero de juego adecuado a tus necesidades.



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