25 Abr Fracasó el Acuerdo Extrajudicial de Pagos ¿Es bueno o malo?
El Acuerdo Extrajudicial de Pagos es uno de los tantos procesos que tendremos que completar para poder acceder a la Ley de la Segunda Oportunidad. Este es obligatorio y también uno de los primeros que se llevan a cabo, antes de continuar y llevar el proceso de la exoneración de deudas, a la siguiente fase, que es la judicial y que se encuentra regulada por varios aspectos de la Ley. Se trata de un elemento crucial.
Sin embargo, mientras que el Acuerdo Extrajudicial de Pagos es un proceso relativamente sencillo y que es beneficioso tanto para el acreedor como el deudor, existen casos en los que este puede fracasar. El simple hecho de que se le denomine como fracasado hace que muchas personas piensen que se trata de algo que afectará negativamente sus intentos para poder atenerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Esto no es del todo cierto. ¡Te lo explicamos!
¿En qué consiste un Acuerdo Extrajudicial de Pagos?
El Acuerdo Extrajudicial de Pagos, como lo indica su nombre, no es más que un acuerdo que se realiza de manera extrajudicial. Es decir, fuera de los procesos legales. El principal objetivo del mismo es conseguir que ambas partes de una deuda, el deudor y el acreedor, puedan llegar a un acuerdo para reestructurar las deudas y estas se puedan pagar de una manera que ninguna de las dos partes tenga dificultades que afecten su integridad financiera.
Es decir, se establece un mecanismo en el que se llega a un acuerdo con los creedores, con el cual se busca superar de manera eficiente tu situación de insolvencia. Existen varios tipos de acuerdos que se pueden establecer con un Acuerdo Extrajudicial de Pagos.
Entre los principales se encuentran las esperas, que es el aplazamiento del pago por un máximo de 10 años. También encontramos las quitas, en las cuales el acreedor accede a perdonar un porcentaje del total de la deuda.
La cesión de bienes también es un acuerdo de pago, en el cual das tu patrimonio para el pago de la mitad o totalidad de la deuda existente. La única excepción para esto que se trate de bienes necesarios para que el deudor pueda realizar actividades o el valor del mismo sea superior a la deuda. Por último, está la conversión de deudas, que consiste en pasar la deuda a acciones o participaciones en la empresa acreedora.
A pesar de ser un Acuerdo Extrajudicial de Pagos, este se encuentra siempre regulado por una tercera persona que se denomina mediador concursal. Este se encarga de ayudar a ambas partes a conseguir el acuerdo. Sin embargo, la decisión sobre si se acepta o no el mismo queda por parte de los acreedores. Debido a esto, es común que fracase.
Cuando fracasa el acuerdo
Si tu Acuerdo Extrajudicial de Pagos ha fracasado, esto no significa nada malo. Simplemente, se establece como una fase y requisito cumplido, el cual tiene como único requerimiento haberlo intentado. Luego de que fracase el acuerdo, el deudor tendrá vía libre para proseguir con el proceso de la Ley de Segunda Oportunidad. Esto quiere decir que pasará a ser un proceso judicial en el cual se buscarán nuevas soluciones.
Además, tiene el beneficio añadido de que, si se fracasa, es posible acceder al beneficio de exoneración de pasivos insatisfechos o BEPI. Por lo tanto, fallar un Acuerdo Extrajudicial de Pagos en realidad no presenta un inconveniente para el deudor ni para el acreedor. Claro que, no se puede fallar a propósito, ya que no será visto de buena manera. Como resultado, deberán proponerse soluciones factibles y realistas.
Causas más comunes del fracaso
Existe una serie de causas básicas para que el Acuerdo Extrajudicial de Pagos fracase. Algunas de ellas es que el acreedor no acepte la propuesta, que los mismos no respondan ni acudan a las reuniones; no se ha asignado un mediador concursal o simplemente no se pueda encontrar una solución o un acuerdo sea posible.
