
23 Mar El origen de la Ley de Segunda Oportunidad
La Ley de Segunda Oportunidad se ha vuelto una de las más conocidas alrededor de España, sobre todo para aquellos individuos o empresas con problemas financieros. Esta es relativamente nueva en el sistema legal, ya que fue introducida hace tan solo 5 años como una solución para la crisis económica que aún afectaba a España desde años anteriores. Desde su presentación, esta ha sufrido muchos cambios y ajustes.
Sin embargo, el objetivo y función de la Ley de Segunda Oportunidad se han mantenido intactos desde su introducción. Es decir, la capacidad de brindarle a un individuo o empresa una segunda oportunidad al eliminar completa o parcialmente sus deudas. Sin duda, se trata de un mecanismo que asegura un nuevo comienzo para cada quien. Si te interesa conocer sobre su evolución y desarrollo, continúa leyendo.
La Ley de Segunda Oportunidad: una solución a la crisis
Como ya mencionamos al principio, la Ley de Segunda Oportunidad surgió por primera vez como una forma no solo de ayudar a empresas y ciudadanos. En realidad, su objetivo era más amplio: acabar con los efectos de la crisis financiera que se produjo en España en el 2008. Cabe destacar que para ese tiempo la cancelación de deudas era posible, pero solo para empresas o personas jurídicas.
El gran cambio y origen de la Ley de Segunda Oportunidad se produjo a partir de una modificación de la Ley Concursal que se realizó al artículo 178 por la Ley 25/2015 en el año del 2015. Durante esta modificación no solo se agregó el derecho de segunda oportunidad a las personas físicas; también se hicieron otras acotaciones en cuanto a la reducción de carga financiera y otras medidas sociales.
El cambio más importante de este mecanismo
A pesar de que la Ley de Segunda Oportunidad solo surgió como una medida contra la crisis, está continuó vigente y continúa desarrollándose hoy en día. Pero, así como muchas leyes son modificadas a lo largo del tiempo para adaptarse a las situaciones actuales. Uno de los cambios más importantes que sufrió durante estos años es la de la eliminación de las limitaciones en los tipos de deudas que se pueden exonerar.
En un principio, la Ley de Segunda Oportunidad estaba establecida para ciertos tipos de deudas, como las personales o de crédito. Sin embargo, este cambio luego de una sentencia del Tribunal Supremos en julio del 2019. En dicho juicio se estableció que todas las deudas de administración pública deberían ser también válidas para la exoneración del pasivo satisfecho.
Gracias a ello, ahora es posible exonerar o reducir todo tipo de deudas a través de la Ley de Segunda Oportunidad. Incluidas aquellas contraídas con la Hacienda Pública y la Seguridad Social.
¿Es realmente eficiente?
A pesar de ser muy beneficiosa para todos los individuos, la Ley de Segunda Oportunidad no ha estado libre de criticismo. Además, para nadie es secreto que está de lejos de ser perfecta, a pesar de tantos años de reformaciones. Sin embargo, se trata sin duda de un mecanismo que marca una gran diferencia en el tema de la reestructuración de deudas entre personas físicas y entidades acreedoras.
Gracias a ella, las personas físicas cuentan con una situación de mayor equilibrio e igualdad en frente de las empresas y personas jurídicas. Además, aunque se trata de un proceso complicado, muchos autónomos e individuos han logrado alcanzar el final del proceso con éxito y disfrutar por completo de todos los beneficios de la Ley de Segunda Oportunidad.
La Ley de Segunda Oportunidad en otras regiones
Cabe destacar que la Ley de Segunda Oportunidad no se dio por primera vez en España. En otros países como Estados Unidos ya se encontraba presente como el concepto del Fresh Start o Discharge. En esta región, surge del principio general de que una persona en realidad no le es útil a la sociedad cargando con deudas que no puede pagar mientras las instituciones la persiguen. Es mejor ofrecerles un nuevo comienzo.